Nota que me realizaron en LE MONDE DIPLOMATIQUE



Radios.com

por Fernanda Kobelinsky*

Audiciones por internet, un fenómeno que se multiplica

Los constantes avances tecnológicos afectan la composición de los medios de comunicación. Una expresión de estos cambios es el surgimiento de las radios por internet. Estas audiciones se caracterizan por aunar elementos radiofónicos, gráficos y audiovisuales, además de otorgarle al público la posibilidad de decidir cuándo y cómo consumir los programas. Transmisiones en vivo, grabadas, por suscripción y a la carta...

Escuchar un programa de radio por AM en la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en un edificio ubicado en el centro porteño, puede resultar una tarea por demás complicada: el famoso ruido “a lata” golpea los auriculares de cualquier aparato portátil y no hay antena que garantice un sonido coherente por tiempo prolongado. A esta realidad se le suma otra: internet llegó para quedarse, está instalada en la vida cotidiana y la banda ancha le está ganando ampliamente la batalla a la vieja conexión telefónica. Ésta es la fórmula que afianza a la radio por internet. Se trata de una nueva plataforma para una nueva radio.

Las posibilidades de la web

Las grandes radios comerciales optaron por incluir su programación en internet como una alternativa a la mala calidad en la transmisión del audio de las frecuencias AM/FM; sin embargo, su grilla de contenidos nada tiene que ver con las emisoras exclusivamente on-line. Se trata de dos medios que difieren estructuralmente por el uso que hacen de las herramientas tecnológicas. Existen distintos tipos de transmisiones radiofónicas por la red: las audiciones convencionales que se presentan en un nuevo formato digital y se escuchan en tiempo real, las emisiones grabadas que se descargan como archivos de audio y las mixtas, que pueden escucharse en directo o en diferido. Pero todas estas dinámicas tienen en común su carácter de medio híbrido, es decir que proporcionan una especie de “colchón multimedia” alrededor del audio tradicional a través de imágenes y textos.

La posibilidad de que converjan en un solo medio distintas herramientas da cuenta del nacimiento de un nuevo feedback radiofónico, donde la vía de comunicación deja de ser exclusivamente el mensaje, ya que el oyente participa a través de los foros y chats, y hasta está en condiciones de elegir exactamente qué quiere escuchar. La radio on-line le permite al programador conocer datos fiables de sus oyentes, todas las operaciones en un sitio web quedan registradas y por fin se puede saber qué escucha el público y en qué momento lo hace.

Así surgen nuevos núcleos de comunicación: asociaciones, instituciones, universidades, etc. (incluso la Organización de Naciones Unidas (1) tiene su propia radio-web). Estos colectivos que solían encontrar dificultades para acceder a los medios emergen, a través de internet, como actores comunicacionales alternativos que impregnan sus producciones de nuevos lenguajes.

La escuela de comunicación Eter –que dicta las carreras terciarias de Producción y creatividad radiofónica, Locución, Periodismo y Periodismo deportivo– identificó en sus aulas la necesidad de que los estudiantes hicieran su experiencia al aire, más allá de las prácticas habituales a puertas cerradas, y así, en agosto de 2005, nació Radio Eter (2). “Nuestro proyecto tiene un doble sentido, por un lado la posibilidad de experimentar con las nuevas tecnologías, y por otro una respuesta a la realidad legal que marca la imposibilidad de hacerse de una frecuencia tradicional”, explica Fernando de Trápaga, programador de Radio Eter además de docente de la escuela.

Las radios-web se magnifican y cobran importancia si se tiene en cuenta que el mercado radiofónico tradicional (AM/FM) parece difícil de ampliarse, los gobiernos renuevan las licencias y la asignación de nuevas frecuencias encuentra innumerables barreras (3). Así, la penetración de internet abre el juego a las pequeñas producciones.
Para de Trápaga la principal diferencia con las radios tradicionales es que Radio Eter funciona con una grilla tipo TV por cable: estreno y repetición. Los programas se pueden escuchar en vivo, en la repetición, descargarlos, recibirlos por suscripción electrónica o volverlos a escuchar directamente del sitio en el momento en que se lo desee. “Como escuela de comunicación respetamos la radio en vivo como preparación de nuestros alumnos, pero creo que en internet pierde sentido el vivo por la infinidad de recursos”.

Es sabido que internet borra fronteras territoriales; sin embargo, que una audición de radio argentina se pueda escuchar en Katmandú quizás no sea lo más revolucionario de este fenómeno. Las posibilidades de reproducción que otorga la nueva tecnología concretan una disolución de jerarquías que, a su vez, evidencia una democratización de los espacios radiales. Las personas en general acceden a emitir contenidos por internet en un espacio donde todos los programas tienen las mismas posibilidades de ser escuchados, dado que no hay prime time. A diferencia de las grandes cadenas comerciales, las radios on-line ofrecen una programación sin escalafones, donde el oyente/internauta no tiene por qué seguir un orden temporal. Los programas están “colgados” siempre, más allá de que se los pueda seguir en vivo, la decisión de cuándo y cómo escucharlos sólo depende del usuario. Lo que marca la diferencia es la calidad del producto.

La tecnología necesaria para poner en funcionamiento una radio-web es el streaming, un software que permite la difusión de grandes archivos de audio a través de internet, pudiéndose escuchar contenidos en tiempo real o previamente editados, sin necesidad de descargarlos a una computadora. Es decir que permite oír (también ver, ya que se utiliza el mismo sistema para los videos) en vivo y de manera continua. El servicio de streaming se contrata de la misma manera que se acuerda el desarrollo y mantenimiento de un sitio web, generalmente lo ofrecen en el mismo pack, el costo es bajo (similar a un plan de internet de las grandes cadenas) y varía según el ancho de banda que se solicite. De ese ancho de banda dependerá la calidad del audio y la cantidad de oyentes en simultáneo habilitados para seguir la transmisión. Los portales que alojan las emisoras de radio on-line tienen destinados espacios de publicidad para financiar los proyectos.

Nueva generación de oyentes

Nacieron cuando Microsoft ya existía como empresa. En la escuela, además de matemáticas, historia o literatura, estudiaron computación. Esta nueva generación de oyentes –hoy usuarios– maneja tecnología y sabe aprovecharla. El cambio generacional modifica la actitud de pasividad del oyente frente al medio de comunicación; surge así un receptor que no sólo pone la radio “de fondo” sino que pretende formar parte del medio navegando la página web de la emisora y participando. Esta actitud activa del escucha supone un desafío para los programadores a la hora de decidir su grilla.

En la posición de desarrollar contenidos también van ganando lugar miembros de esta nueva generación: Radio Link (4) es una radio por internet que aún está decidiendo su programación, pero claramente se orienta hacia el segmento de jóvenes con conocimientos previos en tecnología que además disfrutan de la radio. Sus responsables lo ven como un espacio de experimentación para quienes están en etapa de formación profesional. Para Diego Sucalesca, director comercial de la emisora on-line, “lo más fuerte de esta forma de hacer radio es que habilita puertas de acceso, hay muchos jóvenes que no encuentran dónde expresar lo que tienen para contar y desde este tipo de medios logran sumar experiencia”. Asimismo, Lucas Schiaffini, el director general, agrega que la interacción con los oyentes se hace más evidente, porque “quien escucha está sentado frente a la computadora, a sólo tres clicks de comunicarse directamente con quienes hacen el programa; el ida y vuelta se nota”. Radio Link emite sus programas en vivo, tiene un blog donde cuelga material relacionado con sus programas, ofrece repeticiones y, en un futuro no muy lejano, pretende tener un archivo completo para descargar las audiciones según la preferencia de cada usuario.

Las radios-web permiten segmentar los espacios de aire, apuntar a nichos de interés difíciles de explotar en una radio comercial. En internet hay espacio para todos, desde una audición específica sobre relajación y yoga (5) hasta un programa dedicado a la obra de Luis Alberto Spinetta (6); y cada espacio multiplica sus vías de comunicación y difusión a través del resto de las herramientas que provee internet (blogs, videos, imágenes, foros, etc.).

Los límites de lo que se puede o no se puede hacer cuando la herramienta es internet casi no existen, todos los días hay nuevas actualizaciones o nuevos “chiches” tecnológicos que hacen que las radios-web vayan mutando, pero lo que enriquece los programas es la participación en los procesos creativos del oyente/usuario. “El capital más grande que podemos tener los portales de internet y, obviamente, las radios on-line, es la comunidad, por lo tanto intentamos vincularnos con blogs que traten nuestros ejes temáticos, buscamos incorporar más tecnología para darle más velocidad a la actualización de contenidos y así tener foros, y más interactividad… con todo esto se genera más comunidad”, explica Cristian Rinaldi, el encargado de la programación de Radio Nexo (7). La participación entonces se transforma en la clave de esta nueva manera de hacer radio, el boca a boca funciona a través de los motores de búsqueda, los mails, las salas de chat y de los foros.

A la carta

Los oyentes de radio consumen música, no es una novedad; desde los comienzos de la historia de la radio las distintas generaciones utilizaron las audiciones para conocer diferentes estilos musicales, escuchar nuevos éxitos o seguir a sus bandas de música favoritas. El tango tuvo allí su auge, la música extranjera llegaba a los hogares sólo a través de la radio en la década del ’80, y en los ’90 los recitales en vivo coparon el éter. Siguiendo este sentido, en la actualidad, la radio a la carta ofrece un servicio individualizado, donde el oyente define sus gustos musicales, elige su tipo de música, busca su artista favorito y mediante un sistema de asociación de preferencias elabora su propia pauta radial.

Yahoo Música (8) es una de las radios-web que proporcionan este servicio de streaming de música. Solamente hace falta estar registrado para elaborar una emisora propia. A través de formularios simples, por género y por artista, el usuario arma su perfil, sólo hay que valorar del 1 al 5 a los artistas y a sus álbumes (también se puede vetarlos); así el sitio elabora un listado de temas según esas preferencias, incluso ofrece estrenos o novedades musicales, siempre respetando el perfil del usuario. En estas emisoras personalizadas se pueden escuchar gratuitamente cerca de 800 temas musicales por mes, incluso se puede saltear canciones o pausarlas, es absolutamente legal ya que los portales pagan derechos de autor.

Elegir exactamente qué tipo de música escuchar y cuándo hacerlo no es la única novedad del sistema de radio a la carta: estos portales ofrecen también videoclips de los artistas, letras y traducciones de temas, foros, chats y espacios de información como biografías o entrevistas en texto (toda esta información multimedia está enmarcada en un diseño web abarrotado de banners publicitarios). Asimismo, los portales de este tipo ofrecen un ranking de emisoras propias, donde no hace falta estar registrado y que suelen clasificarse por género musical. No hay locutor pero sí publicidad. Lo que abunda es la información: mientras un tema suena en su emisora personalizada, instantáneamente tendrá en su pantalla la biografía del artista, el listado de todos sus discos, la posibilidad de comprarlos on-line, un foro para discutir sus creaciones y los videoclips para descargar en su computadora…

Las grandes cadenas de radio comercial se pueden escuchar por internet. Este fenómeno se explica por la mala calidad de audio en las frecuencias AM/FM. Pero las radios on-line son orgánicamente distintas en su composición. En lo que se refiere a la competencia entre unas y otras, los hábitos de consumo hacen pensar que no son incompatibles, cada formato tiene su espacio. Simplemente se trata de dos medios distintos de comunicación. Parecidos, sí, pero no iguales.
Las radios por internet son un fenómeno joven. Se espera que la respuesta natural ante la revolución tecnológica desemboque en una “revolución” creativa que sepa aprovechar las herramientas técnicas; de lo contrario, la nueva tecnología sólo compilará contenidos ya conocidos. ♦


REFERENCIAS

(1) www.un.org/radio
(2) www.eter.com.ar/contenidos/
(3) Véase “Kirchner prorrogó la concesión de las licencias de radio y TV”, La Nación, Buenos Aires, 21-5-05.
(4) www.radiolk.com.ar
(5) www.sahajayogaradio.org
(6) Fernando de Trápaga conduce “A 18’ del sol”, por Radio Eter, todos los miércoles a las 21 hs.
(7) www.radionexo.com.ar
(8) http://es.music.yahoo.com/launchcast/



*PERIODISTA DE LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDICIÓN CONO SUR.

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